domingo, 2 de julio de 2017

La Certeza Interna

Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a ese monte: muévete de aquí para allá, y se movería, y nada os sería imposible” (Mt. 20, 17)

Esto es lo que nos dice Mateo en su evangelio sobre la fe; fe o como me gusta llamarla a mí la certeza interna, la certeza absoluta.
El Loco. Tarot Rider-Waite

Pero ¿qué es la fe?. Primero veamos qué NO es. No es creer ciegamente en dogmas, creencias o religiones, porque eso acabaría siendo fanatismo. Por ejemplo, durante la Edad Media se quemaban a supuestas “brujas” (que en la mayoría de los casos no eran otra cosa que librepensadoras) porque no creían y no seguían los dogmas de la religión imperante en Occidente, la católica. Aunque la verdad es que no hay que viajar tan lejos en la Historia para ver la intolerancia en las relaciones humanas, otro ejemplo lo tenemos durante la Revolución Francesa, donde cayeron las cabezas de gran cantidad de religiosos, por mantener sus creencias. Y sin ir más lejos, hoy en día lo tenemos en los terroristas suicidas de la Yihad, a los que han convencido que si mueren matando infieles (o sea, a todos los demás que no pensamos ni creemos en lo que ellos creen) irán directos al paraíso donde les están esperando las huríes. Con todo esto, lo que podemos ver es que hemos tergiversado la máxima: “el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios” por “hemos hecho a Dios a imagen y semejanza del hombre”.

Además los poderosos de este mundo se han aprovechado de las religiones para imponer su poder intolerante y dictatorial a las masas, haciéndonos creer que si no seguimos sus normas y dogmas jamás nos salvaremos, porque, según ellos, sólo hay un camino para llegar a Dios y conseguir su Gracia. Eso NO es fe, es simplemente fanatismo, intolerancia, ignorancia absoluta y el ejercicio del poder de manera dictatorial.

Tampoco es Fe cuando en la vida nos va mal y suponemos que por creer y rezar todo se va a solucionar y si no es así, ya no me sirve ese dios en el que confiaba. No, la fe se demuestra cuando eres capaz de aceptar lo que viene a tu vida (bueno o malo) entendiendo que es un aprendizaje para que evoluciones y te perfecciones, y seas capaz de agradecer a Dios sus enseñanzas, aunque el resultado no sea todo lo bueno que tú quisieras.
Indiana Jones y la última cruzada

La Fe, o certeza interior, es la fuerza que nos hace ser nosotros mismos, que nos lleva hasta nuestro verdadero Ser Superior, que nos hace SER con mayúsculas porque nos conecta con la Unidad, que es Dios. La Fe te descubre que eres Uno con el Creador y con toda la Humanidad, te hace ver que hay muchos caminos para llegar a Dios y que todos son correctos cuando se basan en la libertad, en la tolerancia, en la aceptación del otro tal cual es y de ti mismo tal cual eres. La Fe te hace reconocer tu verdadera esencia, tu verdadero Yo, sin máscaras, sin componendas, sin disfraces, a cara descubierta y sobre todo te hace perder el miedo, porque el miedo no es más que la separación entre el hombre y su Creador.

La Fe es esa certeza absoluta de que todos somos hijos de Dios, que todos somos parte de Él y Él es nuestra esencia más auténtica. Da igual la religión que profesemos o que no profesemos ninguna religión, la Esencia está en nosotros, el Poder de Dios está en nosotros y la Fe, la Certeza absoluta, es lo que nos lo muestra, y cuando sintamos que nos falta esa certeza interior, sólo debemos pedirla con humildad y nuestro Padre nos la dará. La Fe es confianza absoluta.

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