“Todo
fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo
asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su
movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento
hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”.
El Kybalión.
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Péndulo de Foucault. Museo de las Ciencias Valencia. España. |
Aunque el
problema no radica tanto en dónde esté situado el péndulo que marca
nuestros ritmos, como en la actitud con la que enfrentamos la
realidad que estamos viviendo en ese momento. ¿Por qué? Porque no
nos damos cuenta de que en esta vida nada es para siempre, todo es
temporal. Si ahora tu ritmo es de tristeza, de soledad, de
incomprensión has de saber que esa situación no es eterna (a no ser
que tú decidas con tu actitud hacerla interminable) y que lo
importante es enfocarse en la solución, no en el problema.
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La Rueda de la Fortuna Tarot de Marsella |
Seamos
capaces de ver que nuestra felicidad nunca va a depender de cosas
externas (dinero, trabajo, vida social). La felicidad sólo depende
de nosotros mismos, de lo centrados que estemos con nuestro plan de
alma, de que estemos siendo fieles a nuestro camino y de que seamos
conscientes de nuestra relación con Dios, nuestro Padre, y el resto
se nos dará por añadidura. Al fin y al cabo, la vida es un gran
juego donde sólo podemos ganar, porque aquí hemos venido a
aprender.
Para
finalizar, me gustaría recordar un poema de Santa Teresa de Jesús que dice:
“Nada
te turbe,
nada te espante,
todo se
pasa,
Dios no
se muda,
la
paciencia
todo lo
alcanza.
Quien a
Dios tiene
nada le
falta.
¡Sólo
Dios basta!”
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