“La
libertad nunca es dada voluntariamente por el opresor; debe ser
demandada por el oprimido” Martin Luther King
Pero, ¿qué
es la libertad?:
- Facultad o derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.
- Estado o condición de la persona que es libre, que no está en la cárcel ni sometida a la voluntad de otro, ni está constreñida por una obligación, deber, disciplina, etc.
Soy libre
cuando soy responsable, soy responsable cuando tomo conciencia, tomo
conciencia cuando me reconozco y me acepto en toda mi integridad (con
mi luz y mi sombra). Por lo tanto, SOLO cuando reconozco mis dones y
capacidades como únicas y especiales dentro de la Unidad y me acepto
a mí mismo a la vez que acepto a los demás como lo que somos,
seres únicos y especiales, es cuando soy libre y puedo ejercer mi
libertad.
Ahora bien,
no es tan fácil ser responsable, tomar conciencia, reconocernos y
aceptarnos, porque vivimos en la dualidad y eso nos hace tener una
imagen un tanto distorsionada de nosotros mismos y de la realidad que
nos circunda. Estamos prisioneros de nuestros miedos y nuestras
carencias. Las carencias no son más que pura y dura supervivencia,
porque al estar separados de la Fuente y de nuestro Ser verdadero no
confiamos en el proceso de la vida, no tenemos Fe, que es la certeza
interna, no podemos conectarnos con nuestra sabiduría interna que,
en definitiva, es la que nos tiene que guiar para transitar nuestro
camino en la vida. Todo eso nos lleva a tener miedo porque no sabemos
“si
mañana tendremos para comer, si tendremos un techo donde
cobijarnos, si estaremos enfermos, si...” y ¿cómo lo
solucionamos? Cerrando nuestro corazón y dejando campar a sus anchas
al Ego retrógrado que se instala en la lógica aplastante, en la
avaricia, en el egoísmo (“mi tesoro”) y poco a poco nos va
esclavizando, nos va sometiendo y nos encierra en una prisión sin
barrotes, pero de la que es tremendamente complicado salir porque no
somos conscientes de que estamos apresados en ella.
![]() |
Hermano sol, hermana luna. Franco Zeffirelli |
En esa
situación jamás podremos ejercer nuestra libertad ni ser libres.
Hay que tener el valor suficiente para enfrentarnos a nosotros
mismos, asumir nuestra sombra, nuestros errores, porque de ellos
aprendemos para poder evolucionar y perfeccionarnos. Cuando Yo me
Reconozco, cuando Yo me Acepto es cuando Yo estoy en Armonía y soy
Libre. Ahí sí puedo responsabilizarme y tomar mis propias
decisiones desde y para la Libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario