viernes, 19 de mayo de 2017

¿Somos Merecedores?

Cuantas veces oramos pidiendo ayuda y no vemos que esa ayuda aparezca por ninguna parte. No hay respuesta. Es como si Dios estuviera sordo o estuviera cerrado por vacaciones. Nada, ni el más mínimo atisbo de comunicación. “Bien, será que no soy merecedor”, pensamos y seguimos con nuestra vida. Pasado un tiempo volvemos a necesitar apoyo, respuestas, pero sucede lo mismo, todo está en silencio, nos sentimos solos y desamparados, y nuestra respuesta a la misma situación es el mismo pensamiento: “Bien, será que no soy merecedor”. Y así una vez y otra.
Código Da Vinci, Dan Brown

¿Qué pasa entonces? ¿Es el Amor de Dios un amor condicionado a nuestro comportamiento? ¿No es Dios nuestro Padre? ¿No se supone que Él en su Omnipotencia lo puede todo y nos ama incondicionalmente? Entonces...

Entonces el problema somos nosotros que “no nos sentimos merecedores”. Con nuestra actitud de baja autoestima estamos cerrando la puerta a Dios, a nuestro Padre. Él llama a nuestra puerta de muchas maneras, pero como no nos sentimos dignos, no abrimos, nos da vergüenza que pueda ver nuestras miserias, nuestra sombra, porque no nos sentimos sus hijos, porque no somos auténticos, porque nos hemos creado un personaje para mostrarlo al mundo porque pensamos que nuestro verdadero ser no vale la pena. Sabemos que con Dios no valen máscaras, porque Él nos conoce a la perfección (¡por algo es nuestro Creador!), y cuando nos presentamos ante Él nos sentimos desnudos, nos sentimos indignos y no somos capaces de levantar la vista y desde la más profunda humildad pedir. Pedir autenticidad, verdad y certeza (a la certeza interna también la llamamos Fe) para nuestra vida, porque ése es el único camino hacia la felicidad.

Sepamos que ya somos merecedores, que siempre hemos sido merecedores, porque somos perfectos dentro de nuestra imperfección en la materia. Nuestro verdadero ser, nuestra alma, está hecha a imagen y semejanza del Padre, por lo tanto ¿de qué nos vamos a avergonzar?


No hay comentarios:

Publicar un comentario