lunes, 8 de mayo de 2017

La Buena Noticia

Cuento. Anthony de Mello.

El Reino de los Cielos es semejante a dos hermanos que vivían felices y contentos, hasta que recibieron la llamada de Dios a hacerse discípulos.

Gandhi, de Richard Attenborough
El de más edad respondió con generosidad a la llamada, aunque tuvo que ver cómo se desgarraba su corazón al separarse de su familia y de la muchacha a la que amaba y con la que soñaba casarse. Pero, al fin, se marchó a un país lejano, donde gastó su propia vida al servicio de los más pobres de entre los pobres. Se desató en aquel país una persecución, de resultas de la cual fue detenido, falsamente acusado, torturado y condenado a muerte.

Y el Señor le dijo: “Muy bien, siervo fiel y cumplidor. Me has servido por el valor de mil talentos. Voy a recompensarte con mil millones de talentos. ¡Entra en el gozo de tu Señor”.

La respuesta del más joven fue mucho menos generosa. Decidió ignorar la llamada, seguir su camino y casarse con la muchacha a la que amaba. Disfrutó de un feliz matrimonio, le fue bien en los negocios y llegó a ser rico y próspero. De vez en cuando daba una limosna a algún mendigo o se mostraba solícito con su mujer y sus hijos. También de vez en cuando enviaba una pequeña suma de dinero a su hermano mayor, que se hallaba en un remoto país, adjuntándole una nota en la que decía: “Tal vez con esto puedas ayudar mejor a aquellos pobres diablos”.

Cuando le llegó la hora,el Señor le dijo: “Muy bien, siervo fiel y cumplidor. Me has servido por valor de diez talentos. Voy a recompensarte con mil millones de talentos. ¡Entra en el gozo de tu Señor!”.
El Gran Dictador. Charles Chaplin

El hermano mayor se sorprendió al oír que su hermano iba a recibir la misma recompensa que él. Pero le agradó sobremanera. Y dijo: “Señor, aun sabiendo esto, si tuviera que nacer de nuevo y volver a vivir, haría por ti exactamente lo mismo que he hecho”.

Cada uno tenemos nuestro propio e intransferible Plan de Alma, Plan de Vida. Este Plan ha sido ideado por nuestra Alma para perfeccionarnos en la materia, para que este reino material donde vivimos nos sirva de escuela. Por eso cada uno debe ejecutar el suyo personal, porque ésa es la forma en la que podrá aprender y ser feliz.

No hay Planes mejores y Planes peores. Todos, en ese sentido, son iguales, pero cada uno de nosotros tenemos algo distinto que aprender y dones distintos que poner al servicio de la Comunidad. Para eso hemos venido aquí. Para manifestar y vivir nuestra mejor versión.

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