viernes, 21 de abril de 2017

La Feria de las Religiones

Cuento.

Mi amigo y yo fuimos a la feria. La Feria Mundial de las Religiones. No era una feria comercial, era una feria de la religión. Pero la competencia era feroz y la propaganda igual de estruendosa que en el resto de las ferias convencionales.

En el stand judío nos dieron unos folletos en los que se decía que Dios se compadecía de todos y que los judíos eran su pueblo escogido. Los judíos. Ningún otro pueblo era tan escogido como el pueblo judío.

Dolomitas
En el stand musulmán supimos que Dios era misericordioso con todos y que Mahoma era su único profeta. Que la salvación se obtiene escuchando al único profeta de Dios.

En el stand cristiano descubrimos que Dios es Amor y que no hay salvación fuera de la Iglesia. O se entra en la Iglesia, o se corre el peligro de la condenación eterna.

Al salir pregunté a mi amigo: “¿Qué piensas de Dios?”. “Que es intolerante, fanático y cruel”, me respondió.

Poco más hay que añadir. Pero reflexionemos un momento, ¿realmente creemos que Dios es tan limitado, tan estrecho de miras, tan intolerante, fanático y cruel? ¿Qué padre/madre no ama a cualquiera de sus hijos aunque no se lleven bien o no se comporten como deben? ¿Por qué tenemos los humanos esa obsesión por la separación, por hacer grupos, clanes? Si eres de los míos, eres perfecto hagas lo que hagas; pero si no, ya puedes ser la mejor persona del mundo que a mis ojos todo lo harás mal y serás un “infiel”. ¿Infiel? ¿A qué o a quién? ¿Cómo vamos a ser infieles a nuestra propia esencia que es Dios mismo? Somos Sus Hijos, somos parte de Él y Él está en nosotros, en TODOS nosotros, sin excepciones, seamos conscientes o no de esta verdad. Creamos en Él o no.

¿Por qué no poner de manifiesto todo lo que nos une, en lugar de estar constantemente buscando las pequeñas diferencias que en la mayoría de los casos tienen su origen en la cultura, la tradición o la geografía? ¡Maduremos!

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