miércoles, 27 de septiembre de 2017

Infierno o bendición

Siempre nos han dicho que el infierno era un lugar de castigo donde van las almas de los “malos” para expiar sus culpas. Pero no, realmente el infierno nos lo creamos nosotros solitos en nuestra vida cotidiana con nuestras decisiones.
Botticelli, Inferno - Divina Comedia, Dante.

A lo largo de nuestra existencia tenemos experiencias que vivir, unas positivas y otras negativas. De las positivas no tenemos ninguna duda de quien es el responsable, nosotros; en cambio, las negativas siempre se las achacamos a otro: a mi padre, a mi madre, a un amigo, a un enemigo, al azar, al maligno o a Dios, pero en ningún caso a nosotros mismos. Y, por supuesto, no sacamos ninguna enseñanza de esas experiencias. Las buenas o positivas nos sirven para agrandar más nuestro ego regocijándonos en lo maravillosos que somos y las malas o negativas, para sentirnos víctimas de no se sabe muy bien quien. Ahí es donde comienza nuestro verdadero y particular infierno.

Gustav Doré - Dante y Beatrice, Divina Comedia.
Si ante una enfermedad, un problema económico grave, o cualquier hecho negativo que nos suceda, nos hacemos las preguntas correctas (¿Para qué? ¿Qué tengo que aprender de todo esto? ¿Qué he sembrado en el pasado para recoger esta cosecha?) y, sobre todo, nos damos las respuestas verdaderas aunque nos duela, es cuando empezamos a tomar conciencia, a tomar las riendas de nuestra vida, porque dejaremos de ser las víctimas de un destino inexorable, para comenzar a ser responsables y dueños de ese destino que sólo nosotros debemos escribir.

A partir de ese momento, ese infierno que se abría ante nuestros ojos se convierte en una bendición (bendición significa, según la Cábala, un flujo continuo de la Luz del Creador hacia nosotros); sí, porque entendemos que esa negatividad que está ahora a nuestro alrededor en realidad es la escuela que nos va a enseñar todo lo que necesitamos saber para transformarnos, para subir nuestro nivel de conciencia y para mostrar la mejor versión de nosotros mismos en esta vida.


Lo importante no es lo que nos pase, sino cómo vivimos eso que nos pasa. La Luz siempre está ahí, sólo tenemos que abrir la puerta cuando llame y dejarla pasar.

domingo, 24 de septiembre de 2017

La búsqueda del Grial

La búsqueda del Grial es la búsqueda de lo que hay de divino en nosotros” (Indiana Jones y la última cruzada).
La Última Cena. Leonardo da Vinci.

Sí, todos hemos oído hablar del Santo Grial, la copa que, según la leyenda artúrica, utilizó Cristo en la última cena para instituir la Eucaristía y en la que después José de Arimatea recogió la sangre que salía del costado del crucificado.

Otra teoría más moderna dice que el grial era María Magdalena que, según algunos investigadores, era la esposa de Jesús y estaba embarazada cuando le crucificaron; por lo tanto, ella llevaba en su seno la sangre del salvador.

Según la Cábala, nosotros somos una “vasija” que es llenada continuamente por la Luz del Creador.

Basándonos en todo lo anterior, creo que el Santo Grial somos todos y cada uno de nosotros. Nosotros somos la Copa o Vasija donde el Padre deposita toda su Luz, todo su Amor. Pero no siempre sentimos que eso es así. Nos sentimos solos, decepcionados, sin esperanza, sin ánimo, nada tiene sentido en nuestra vida, ¿por qué, si Dios nos está dando su esencia? Porque no nos vaciamos, porque estamos tan “llenos” que no cabe más y, como ya sabemos, cuando la energía no fluye, se deteriora, se pudre.
Salto de Fe. Indiana Jones y la última cruzada.

Sólo somos llenados para podernos vaciar y volver a llenarnos. La esencia del Creador es dar, la de su criatura es recibir, pero como nosotros somos parte del Todo, somos parte de Dios, también nuestra esencia es dar, es compartir. Esa esencia se resume en la frase esenia: “Servir/Enseñar/Sanar”. Únicamente cuando nos vaciamos en favor de los demás, de la vida, de la Creación, siendo co-creadores junto al Padre, es cuando nos podemos llenar de más Gracia, de más Luz y de más Amor.

No busquemos fuera lo que sólo existe en nuestro Yo verdadero, en nuestra Alma. La esencia de Dios está en nosotros, mostrémosla al mundo.


lunes, 18 de septiembre de 2017

Vencer la oscuridad

En ella estaba la vida,
y la vida era la luz de los hombres,
y la luz brilla en las tinieblas,
y las tinieblas no la vencieron”. (Jn. 1, 4-5)

Ave María. Fantasía. Disney.

Realmente, ¿existe la oscuridad?. No, la oscuridad no existe per se; la oscuridad es simplemente la ausencia de luz. Imaginaos que estáis acampados en un bosque y os despertáis en medio de la noche, a vuestro alrededor reina la más absoluta oscuridad, entonces encendéis una pequeña linterna, con esa pequeña iluminaria ya habéis roto las tinieblas nocturnas; en cambio, por muy extenso que sea el espacio donde impera esa negrura o por intensa que ésta sea, jamás podrá “romper” la luminosidad que habéis creado.

Lo mismo sucede con la maldad, con el odio y con todas las manifestaciones negativas del ser humano, que no existen per se, sino que se manifiestan ante la ausencia de la luz y del amor cuando no tenemos a Dios en nuestras vidas, en nuestra realidad.

Si queremos acabar con el oscurantismo, con el odio, con el dolor y el sufrimiento, sólo tenemos que encender la Luz que vive en nuestra alma y compartirla con quienes están a nuestro alrededor. Cuanto más la compartamos, más potente será, más lucirá, hasta que no quede lugar alguno donde pueda refugiarse la maldad, que, como ya he dicho, no es más que la ausencia de Dios en el corazón del hombre. Seamos luminarias vivientes para vencer el mal a ráfagas de luz.


sábado, 16 de septiembre de 2017

Vivir nuestra verdadera Vocación, nuestro Plan de Alma

¿Quién soy yo? ¿Por qué y para qué estoy en este mundo? ¿Cuál es la razón de mi existencia? ¿Qué misión tengo en esta vida? ¿Sólo he venido a sufrir? ¿Cuál es el origen de mi sufrimiento, de mis bloqueos, de mis traumas...? ¿Puedo liberarme de mis tendencias negativas y obsesivas que se repiten constantemente en mi vida? ¿Cuáles son los dones y capacidades, únicos y especiales, con los que cuento para desarrollar mi misión, para vivir desde el amor, la libertad y la realización personal?

Todas estas preguntas, y algunas más, son las que todos nos hacemos cuando enfrentamos la vida cara a cara, sin máscaras, buscándonos a nosotros mismos, buscando nuestra verdad.

Mi nombre es Clara Rodríguez, soy Consultora Cabalista y Consejera Espiritual y del Alma, si te has preguntado alguna de estas cuestiones, te puedo ayudar a contestarlas porque ahora tenemos una herramienta poderosa y eficaz para responder adecuadamente a estos interrogantes: el Estudio de la Cábala Natal.

Este Estudio se hace de forma personalizada a partir del nombre, apellidos y fecha de nacimiento del consultante. El nombre que nuestros padres nos pusieron contiene nuestro destino y su vibración al pronunciarlo afecta a nuestra sustancia etérea. Cada nombre tiene asociado un tipo de experiencia y destino. A través de la fecha de nacimiento podemos descifrar tendencias espirituales, mentales, afectivas y evolutivas, de manera que al conocerlas podemos potenciar las positivas y sanar las negativas, para encontrarnos a nosotros mismos y vivir la libertad de desarrollar nuestra auténtica Vocación, nuestro verdadero Plan de Alma desde la consciencia.

El Estudio de la Cábala Natal es un método de análisis e interpretación que se basa en la tradición de la Cábala judeo-cristiana y en la sabiduría de la psicología y numerología cabalística.

La consulta se hace vía Skype. Si estás interesad@ y quieres poner en orden tu vida, desarrollar tu Plan de Alma y sentirte feliz y liberad@, puedes escribirme a hinneniespacioespiritual@gmail.com y te informaré.



jueves, 17 de agosto de 2017

Todos los caminos llevan a Dios

Todos venimos a este mundo como seres únicos y especiales, con características, dones y capacidades únicas y especiales. Nunca ha habido, hay o habrá alguien como tú; ni tú eres como nadie que haya existido, exista o existirá. Por lo tanto, hay tantos caminos hacia Dios, como seres vivientes habitan el universo.

En todas las religiones, ideologías y filosofías ha habido, hay y habrá hombres y mujeres santos, sabios y eruditos, los cuales nos pueden inspirar y servir de ejemplo en nuestras vidas, pero en ningún caso tenemos que imitarles y caminar por su camino, porque ese camino (que no es el nuestro) nos llevaría al error, pues no lo haríamos desde nuestro verdadero ser, desde nuestro corazón, desde nuestra exclusiva e irrepetible manera de hacer.

Esa singularidad que Dios nos ha otorgado al crearnos es la que debemos poner en marcha al recorrer nuestro camino hacia Él, porque ésa es la única manera de reconocernos como lo que realmente somos, sus hijos y parte de Él mismo, pues es nuestro Creador y nosotros, su creación. No hay caminos mejores y caminos peores, hay multiplicidad de caminos (todos verdaderos si se hacen desde el corazón) para llegar al Padre, porque es inconmensurable, infinito e incognoscible; por lo tanto, no es posible que haya un único camino hacia Él, porque Él es Todo.

¿Cómo encontrar nuestro camino? Encontrando nuestra verdadera vocación. ¿Cómo encontrar nuestra verdadera vocación? Haciendo un trabajo de introspección, de búsqueda interna, reconociendo nuestra luz y nuestra sombra (e integrando ésta última en nuestra vida), sabiendo qué es lo que hacemos de forma natural, sin grandes esfuerzos, y nos hace felices a nosotros, a la vez que hace felices y ayuda a todos los seres vivos, y mejora el mundo.

viernes, 11 de agosto de 2017

El arrepentimiento libera

En nuestra vida actual o en cualquiera de nuestras vidas pasadas hemos cometido errores, hemos fallado a alguien, hemos hecho daño (queriendo o sin querer). Toda esa negatividad, esa falta de amor, nos va pesando en nuestro verdadero Yo, en nuestra alma, hasta tal punto que puede llegar a ahogarnos si no limpiamos nuestra laguna interna de todo ese lodo y suciedad.
Jesus Christ Superstar

Por lo tanto, el arrepentimiento no tiene mucho que ver con el sentimiento de culpa, sino más bien es la forma que tenemos de aliviar el dolor que sentimos, que vivimos, por no haber sido capaces de amar lo suficiente, de comprender lo suficiente a nuestro prójimo y a nosotros mismos. Por medio del arrepentimiento somos capaces de “viajar en el tiempo” hasta el momento en el que cometimos el error y poder deshacer el mal realizado y erradicar de nuestra forma de ser la característica que lo ocasionó. Y esto último, es fundamental, pues si no borramos de nosotros ese carácter, no hay verdadero arrepentimiento.

Aquí cabría preguntarse ¿cómo aliviamos el dolor que sintió la víctima de nuestra mala acción? La clave está en que nadie es víctima de nadie, pues por la Ley de Causa y Efecto todos cosechamos lo que anteriormente hemos sembrado. Puede que esa persona en otra vida cometiera un error del cual ése era el resultado. Pero ¡cuidado!, no olvidemos que nosotros también recogeremos, en esta vida o en otra, lo que hayamos sembrado.

El dolor que ahora sentimos por haber infringido daño a alguien es la forma de limpiar, de borrar de nuestro carácter la cualidad negativa que nos hizo ser los portadores del mal a esa persona. También es cierto que ningún ser espiritualmente puro puede ser el emisario y ejecutor de una cuenta pendiente que tenga otro ser humano. Por tanto, a través del arrepentimiento verdadero podemos liberarnos de nuestra parte negativa, a la vez que conseguiremos que la Luz ilumine nuestro “cuarto oscuro” y así pueda resplandecer.

martes, 18 de julio de 2017

La Muñeca de Sal

PAN, Joe Wright













Cuento. Anthony de Mello.

Una muñeca de sal recorrió miles
de kilómetros de tierra firme,
hasta que, por fin, llegó al mar.

Quedó fascinada por aquella móvil
y extraña masa, totalmente distinta
de cuanto había visto hasta entonces.

¿Quién eres tú?”, le preguntó
al mar la muñeca de sal.

Con una sonrisa, el mar le respondió:
Entra y compruébalo tú misma”.

Y la muñeca se metió en el mar.
Pero, a medida que se adentraba en él,
iba disolviéndose, hasta que
apenas quedó nada de ella.
Antes de que se disolviera
el último pedazo, la muñeca exclamó
asombrada:

¡Ahora ya sé quién soy!”


martes, 11 de julio de 2017

Conciencia y Línea del Tiempo

Nuestra línea del tiempo, o lo que es lo mismo el “espacio” donde transcurre nuestra vida, es una posibilidad entre otras muchas posibilidades simultáneas. No existe una sola y única realidad para cada uno de nosotros, sino diversas, muchas, todo depende de nuestras decisiones, y nuestras decisiones dependen de nuestra evolución, y nuestra evolución depende de que seamos capaces de elevar nuestra conciencia.

Podríamos decir que la conciencia es el nivel de percepción de la realidad que experimentamos. Dependiendo del grado de elevación de nuestra conciencia la realidad que vivimos es más o menos densa, o más o menos sutil. La conciencia, como todo, se puede transformar, se puede hacer vibrar a una frecuencia cada vez más elevada. Esta elevación de la conciencia se puede conseguir a través de la oración, de la meditación, de distintas técnicas espirituales, pero sobre todo y principalmente se consigue cuando tomamos responsabilidad.

¿Qué es tomar responsabilidad? Es hacernos responsables de quienes somos y de nuestras acciones/decisiones en la vida. Somos responsables cuando dejamos a un lado el victimismo y dejamos de creer que la culpa de lo malo que nos sucede en la vida siempre la tiene alguien o algo ajeno a nosotros mismos. Solamente cuando seamos capaces de reconocernos como artífices de lo bueno y lo malo que nos pase, será cuando comencemos a ser responsables y tomaremos las riendas de nuestra vida. Entonces empezaremos a ser conscientes de la Realidad (sí, con mayúsculas) y poco a poco nuestra conciencia se irá elevando, de esta manera cada vez que tomemos una decisión o ejecutemos una acción, seremos conscientes de lo que estamos haciendo. Este ser conscientes no quiere decir que no nos vayamos a equivocar (por supuesto que cometeremos errores), pero serán errores que nos servirán para aprender y evolucionar, porque los únicos responsables de ellos seremos nosotros.

Pues cuando esto suceda, cuando nuestra conciencia vaya elevándose, nuestra línea del tiempo irá cambiando también y, por lo tanto, lo hará nuestra realidad. Nosotros sólo podemos existir y desarrollarnos en una línea del tiempo cuya vibración esté acorde con la nuestra. Un ejemplo muy claro de todo esto es la cantidad de personas que llegan y se van de nuestra vida. A veces tenemos parejas o amigos con los que compartimos momentos importantes de nuestra historia y de pronto desaparecen, ya no están. ¿Por qué? Sencillamente, porque hemos evolucionado de manera distinta, nuestras conciencias están en niveles diferentes de vibración y, por tanto, al no tener la misma línea del tiempo, esa persona ya no está en mi realidad ni yo en la suya.

Si no nos gusta la realidad en la que nos movemos y queremos cambiar nuestra vida, la solución es evidente, elevemos nuestra conciencia, responsabilicémonos de nuestras decisiones y seamos co-creadores activos.

miércoles, 5 de julio de 2017

Nuestros juicios nos juzgan

No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados... Porque con la medida con que midáis, se os medirá a vosotros”. (Lc. 6, 37-38)
La Letra Escarlata, de Roland Joffé

¿Quién no ha criticado y/o juzgado a alguien alguna vez? No me equivoco si digo que todos en algún momento nos hemos erigido en jueces del comportamiento y forma de ser de los que nos rodean. Sinceramente creo que las críticas constructivas son buenas, pues nos ayudan a evolucionar y a mejorar. Pero hemos de tener en cuenta que, por la Ley de Causa y Efecto, todas esas críticas, juicios y condenas que hagamos a los demás volverán a nosotros como si fueran un boomerang que hemos lanzado.

Puede tardar unos instantes, unos días, unas semanas o años, pero lo que está claro es que tarde o temprano tendremos que enfrentarnos a esos actos (juicios, condenas) que en su momento hicimos. Lo que también es evidente, es que según el nivel de tolerancia y exigencia que hemos tenido para con los demás, así será el rasante con que se nos medirá a nosotros.

"Yo tampoco te condeno"
Por supuesto, no quiero decir que haya que consentir el mal; más bien quiero decir que hay que combatir el mal con el bien. Debemos hacernos críticas constructivas y corregirnos amorosamente unos a otros, pero eso no significa debilidad a la hora de ayudar o ayudarnos a enderezar el camino. Como madre he puesto límites a mis hijos, les he enseñado a cumplir las normas y dentro de ese cumplimiento de las normas a intentar cambiar las que pueden estar mal o usarse inadecuadamente, y cuando el comportamiento no era el que debiera ser, pues había un castigo proporcional a la falta, todo ello desde el mayor amor y respecto por ellos. Ésa es la forma en la que deberíamos corregirnos y ayudarnos unos a otros.

Ahora mismo podemos estar en situaciones que hayamos provocado nosotros por nuestros juicios a terceros. La vida nos trae personas que están en un nivel evolutivo similar al nuestro y que cometen errores y “pecados” similares a los nuestros, entonces al emitir el juicio y, a veces, la condena, nos estamos enjuiciando y condenando a nosotros mismos.

Antes de criticar, enjuiciar y condenar a alguien miremos a quien está enfrente del espejo y pensemos antes de hablar.

domingo, 2 de julio de 2017

La Certeza Interna

Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a ese monte: muévete de aquí para allá, y se movería, y nada os sería imposible” (Mt. 20, 17)

Esto es lo que nos dice Mateo en su evangelio sobre la fe; fe o como me gusta llamarla a mí la certeza interna, la certeza absoluta.
El Loco. Tarot Rider-Waite

Pero ¿qué es la fe?. Primero veamos qué NO es. No es creer ciegamente en dogmas, creencias o religiones, porque eso acabaría siendo fanatismo. Por ejemplo, durante la Edad Media se quemaban a supuestas “brujas” (que en la mayoría de los casos no eran otra cosa que librepensadoras) porque no creían y no seguían los dogmas de la religión imperante en Occidente, la católica. Aunque la verdad es que no hay que viajar tan lejos en la Historia para ver la intolerancia en las relaciones humanas, otro ejemplo lo tenemos durante la Revolución Francesa, donde cayeron las cabezas de gran cantidad de religiosos, por mantener sus creencias. Y sin ir más lejos, hoy en día lo tenemos en los terroristas suicidas de la Yihad, a los que han convencido que si mueren matando infieles (o sea, a todos los demás que no pensamos ni creemos en lo que ellos creen) irán directos al paraíso donde les están esperando las huríes. Con todo esto, lo que podemos ver es que hemos tergiversado la máxima: “el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios” por “hemos hecho a Dios a imagen y semejanza del hombre”.

Además los poderosos de este mundo se han aprovechado de las religiones para imponer su poder intolerante y dictatorial a las masas, haciéndonos creer que si no seguimos sus normas y dogmas jamás nos salvaremos, porque, según ellos, sólo hay un camino para llegar a Dios y conseguir su Gracia. Eso NO es fe, es simplemente fanatismo, intolerancia, ignorancia absoluta y el ejercicio del poder de manera dictatorial.

Tampoco es Fe cuando en la vida nos va mal y suponemos que por creer y rezar todo se va a solucionar y si no es así, ya no me sirve ese dios en el que confiaba. No, la fe se demuestra cuando eres capaz de aceptar lo que viene a tu vida (bueno o malo) entendiendo que es un aprendizaje para que evoluciones y te perfecciones, y seas capaz de agradecer a Dios sus enseñanzas, aunque el resultado no sea todo lo bueno que tú quisieras.
Indiana Jones y la última cruzada

La Fe, o certeza interior, es la fuerza que nos hace ser nosotros mismos, que nos lleva hasta nuestro verdadero Ser Superior, que nos hace SER con mayúsculas porque nos conecta con la Unidad, que es Dios. La Fe te descubre que eres Uno con el Creador y con toda la Humanidad, te hace ver que hay muchos caminos para llegar a Dios y que todos son correctos cuando se basan en la libertad, en la tolerancia, en la aceptación del otro tal cual es y de ti mismo tal cual eres. La Fe te hace reconocer tu verdadera esencia, tu verdadero Yo, sin máscaras, sin componendas, sin disfraces, a cara descubierta y sobre todo te hace perder el miedo, porque el miedo no es más que la separación entre el hombre y su Creador.

La Fe es esa certeza absoluta de que todos somos hijos de Dios, que todos somos parte de Él y Él es nuestra esencia más auténtica. Da igual la religión que profesemos o que no profesemos ninguna religión, la Esencia está en nosotros, el Poder de Dios está en nosotros y la Fe, la Certeza absoluta, es lo que nos lo muestra, y cuando sintamos que nos falta esa certeza interior, sólo debemos pedirla con humildad y nuestro Padre nos la dará. La Fe es confianza absoluta.

lunes, 26 de junio de 2017

Causa y efecto, la Rueda del Karma

Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley”
El Kybalión.
Piratas del Caribe. Disney

Este sexto principio de las Leyes Universales, el de causa y efecto, es uno de los más conocidos y creo que de los peor entendidos. Es fácil entenderlo desde un punto de vista mental, pero otra cosa muy diferente es saberlo aplicar a nuestra vida. Todo lo que nos sucede (el efecto) tiene un origen (la causa), lo que quiere decir que la vida y el mundo no son caóticos.

Debemos de entender que cualquier cosa que nos suceda en nuestra vida la hemos generado nosotros mismos. Esto es fácil de entender cuando se trata de situaciones o experiencias positivas. Cuando aprobamos el examen para obtener el carnet de conducir, por ejemplo, no dudamos que somos nosotros los que con nuestro esfuerzo y dedicación lo hemos conseguido, no nos planteamos que haya sido la suerte, el profesor que hemos tenido o que el examinador tenía un buen día, le hemos caído bien y nos lo ha regalado. En cambio, cuando la situación que vivimos es negativa, sigamos con el mismo ejemplo, no hemos aprobado el examen del carnet de conducir, no nos planteamos que el problema ha sido que no hemos estudiado lo suficiente o que no hemos dado todas las clases prácticas que necesitábamos, sino que al examinador no le he caído bien o tenía un mal día y lo ha pagado conmigo, el profesor no me ha enseñado bien, etc., en este caso nunca pensamos que los responsables somos nosotros y sólo nosotros.

Lo que SÍ hemos de tener claro es que somos responsables de nuestra vida y de lo que nos pase en ella, pero NO somos culpables. Todo lo malo que nos suceda no es un castigo porque seamos culpables de “algo” (aunque no sepamos muy bien de qué). Lo “malo” es simplemente el efecto que ha sido generado por una causa, esa causa puede ser una decisión errónea, una actitud no acertada, unas palabras dichas de la peor forma o en el peor momento. Lo que hay que tener en cuenta es que esta causa puede haber sucedido hace dos días o hace dos vidas; es decir, un efecto que estamos sufriendo ahora puede tener su origen (causa) en una vida pasada, no necesariamente en esta existencia actual. Esto se debe a que el tiempo es algo ilusorio, lo único que importa es si tenemos cuentas pendientes y tenemos que realizar esos pagos (efectos negativos) o si, por el contrario, nuestras cuentas nos están dando intereses (efectos positivos). A la deuda que tenemos con nuestro destino la llamamos karma y a la recompensa que recibimos por nuestros buenos actos la llamamos dharma.
Shrek. Gato con botas.DreamWorks


La rueda del karma puede ser eterna. Por ejemplo, si en esta vida estás siendo víctima de alguien, puede que en la próxima tú te tomes venganza con esa persona por lo que te hizo en esta existencia, con lo que la rueda del karma seguirá girando sin detenerse nunca. ¿Qué hacer? ¿Cómo podemos parar esa rueda? Sólo hay una forma de frenarla y poder evolucionar y perfeccionarnos: Perdonar. El Perdón es lo único que disuelve el karma. El verdadero perdón no es fácil de otorgar, porque perdonar también significa olvidar el mal que te han infligido y eso es complicado. Hay que entender que aquí estamos para aprender y perfeccionarnos. El verdadero perdón nos dará la paz que nuestro espíritu necesita. Para perdonar de corazón nada como pedirlo a nuestro Padre, Dios. Cuando hagamos nuestra meditación o nuestras oraciones permanezcamos unos minutos en silencio pidiéndole, desde la más profunda humildad, que nos enseñe a perdonar. Tened la completa seguridad que así lo hará y lo sabréis porque su respuesta llenará vuestra alma, vuestro ser interior de luz, paz y armonía.

martes, 20 de junio de 2017

La paja en el ojo ajeno

¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo?” (Lc. 6, 41).

Perro guía. Fundación ONCE
Estas palabras son de Jesús en el Evangelio de Lucas, hace más de dos mil años, hoy en día hablaríamos del “punto ciego”. Pero ¿qué es el punto ciego?. Fisiológicamente hablando podemos decir que en la parte posterior del ojo hay una zona que no tiene las terminaciones nerviosas que tapizan el resto de la retina. A esta zona se la conoce con el nombre de “punto ciego” porque no registra las variaciones luminosas procedentes del cristalino y, por lo tanto, crea una laguna de información en la que es transmitida al cerebro.

Desde el punto de vista psicológico, el “punto ciego” podemos decir que es la dificultad que tenemos para ver las cosas tal y como son. Sobre todo lo que tiene que ver con nosotros mismos o lo que nosotros consideramos importante, ya que ese punto ciego nos proporciona consuelo ante nuestros miedos y nuestro dolor.

Pero aquí vamos a ver el significado de “punto ciego” desde la perspectiva espiritual. Es algo parecido al nivel fisiológico. En nuestra Alma (nuestro verdadero Ser) tenemos una zona donde no llega la Luz y es tal la oscuridad que reina allí que ni nosotros mismos somos conscientes de lo que ahí habita. No somos capaces de ver esa parte tan oscura de nuestro ser, porque está tan intrínsecamente adherida a nosotros mismos que se nos hace invisible. Ahora quienes sí la ven perfectamente son los demás, todos los que nos rodean, para ellos es completamente visible y real.

Entonces, ¿qué podemos hacer para reconocer la “viga” en nuestro ojo? Escuchar a los que nos rodean. Cuando nos hagan una crítica sobre nuestra forma de ser, de comportarnos, debemos escucharlos y analizar y reflexionar sobre su crítica. No quiero decir que tengamos que comportarnos tal y como quieran ellos, porque nosotros somos como somos y tenemos nuestro propio camino, pero si queremos evolucionar y perfeccionarnos es imprescindible que nos conozcamos y que reconozcamos nuestra parte buena y también nuestra parte menos buena o mala, y para eso es absolutamente necesaria la ayuda de las personas que están a nuestro alrededor y se relacionan con nosotros. De esa manera seremos capaces de ver y eliminar nuestra viga, para así poder ayudar a quitar la brizna del ojo de nuestro hermano.


lunes, 12 de junio de 2017

¿Quién soy yo?

Ésta es una pregunta que parece sencilla, pero de difícil respuesta. Si alguien me pregunta ¿quién soy yo? La primera respuesta sería: Clara Rodríguez, pero la verdad es que no me ha preguntado mi nombre. Si vuelve a preguntarme ¿quién soy yo? Puedo contestar: Maestra de Reiki, estudiante de Cábala, pero la verdad es que no me ha preguntado cuál es mi profesión.
Nebulosa Hélice - El Ojo de Dios

Podría emplear muchos adjetivos calificativos para definir mi personalidad, mi forma de ser, mi apariencia física, mis gustos, etc., pero nada de eso contestaría a la pregunta ¿quién soy yo? Porque si yo ahora mismo me mirase en un espejo y definiera la imagen que veo reflejada diría que mido 1.59 cm., peso 65 kg., tengo el cabello castaño claro con unos cuantos manojos de canas, alguna que otra arruga... pero la verdad es que así soy ahora, cuando tenía 10 años y me miraba en el espejo, la imagen que veía no tenía nada que ver con la actual, como es lógico.

Mi verdadero yo no depende del exterior, no depende de los objetos o de la gente que me rodean, no depende de mi riqueza o de mi pobreza, no depende de mis sentimientos o de mis emociones, ni tan siquiera depende de mis pensamientos, porque cuando estoy haciendo meditación mis pensamientos, mis sentimientos, mis emociones y todo mi mundo material desaparecen, pero yo sigo siendo yo, porque mi verdadero Yo, mi verdadero Ser está en mi interior.

Yo Soy Hija de Dios y mi alma, que está hecha a su imagen y semejanza, es mi verdadero Ser; por tanto, es una pequeña parte de su Espíritu, del Espíritu Creador, Inconmensurable, Bello, Armonioso, Infinito y Amoroso que Él Es, por eso Yo Soy.

sábado, 10 de junio de 2017

Nuestra compañera la sombra

¿Qué significa la palabra sombra?:

  1. Imagen oscura que proyecta un cuerpo opaco sobre una superficie al interceptar los rayos de luz.
  2. Parte de un espacio a la que no llega la luz.

Vemos que la palabra sombra siempre define “algo” carente de luz o que no deja pasar la luz a través suyo. Aunque hoy vamos a hablar de la sombra como arquetipo, creo que estas definiciones nos muestran muy bien su significado.

Dentro de nosotros hay una parte donde no llega la luz, podríamos decir que es nuestro trastero, donde almacenamos todas las actitudes negativas e imperfecciones de nosotros mismos que no nos gustan o que consideramos que no están bien vistas por la sociedad. El problema de todo esto es que esa parte que desechamos no la podemos hacer desaparecer porque, sencillamente, es tan nuestra, es tan nosotros mismos como la parte “buena” que nos gusta potenciar. Entonces la guardamos en el trastero, en el “olvidadero” de nuestro ser para que no dé la lata. Pero seguimos sin integrar esa sombra, simplemente la hemos reprimido y tarde o temprano sale a la luz y desbarata todos nuestros buenos propósitos.

¿Qué hacer entonces con la sombra? Simplemente, integrarla. ¿Cómo? Reconociéndola, reconociendo nuestros defectos y ver la parte buena que tienen. Por ejemplo, la envidia es tremendamente devastadora para quien la posee, puede destruir por completo una vida, porque siempre nos vamos a encontrar a alguien que sea mejor que nosotros en algo y eso nos hace sufrir una y otra vez, nunca podemos estar en paz, nunca podemos descansar, nunca conseguimos nada que nos satisfaga. En cambio, hay lo que se podría llamar una envidia “sana” que es aquella que cuando sabemos que alguien es feliz porque ha conseguido una meta que se había propuesto, nos lleva a alegrarnos por esa persona y a trabajar con nosotros mismos para poder alcanzar también nuestras metas, es una envidia que nos incentiva para progresar, para evolucionar, para mejorar, no para competir. De esta manera, lo malo que conlleva ser envidioso lo hemos positivizado y lo hemos integrado en nuestra vida y en nuestro ser, ya no podrá hacernos daño nunca más.


Para hacer esta integración lo único que hemos utilizado ha sido una de las 7 Leyes Cósmicas, el Principio de Vibración. Hemos sido capaces de cambiar una vibración muy densa en otra más sutil. Hemos acabado con el desasosiego que genera la competición constante, aquí estamos para aprender. La vida es una escuela, no un concurso.

jueves, 8 de junio de 2017

El Juego de la Vida

Todo fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”.
                                                                                                                          El Kybalión.

Péndulo de Foucault. Museo de las Ciencias
Valencia. España.
Todo en el Universo y en la vida tiene un movimiento de avance y retroceso, similar a las olas en el mar. Y este movimiento, este ritmo al igual que se da en el mundo material, se da en el mundo mental y emocional, por lo tanto, nuestros pensamientos, nuestro humor, nuestro carácter también responden a este ritmo.

Aunque el problema no radica tanto en dónde esté situado el péndulo que marca nuestros ritmos, como en la actitud con la que enfrentamos la realidad que estamos viviendo en ese momento. ¿Por qué? Porque no nos damos cuenta de que en esta vida nada es para siempre, todo es temporal. Si ahora tu ritmo es de tristeza, de soledad, de incomprensión has de saber que esa situación no es eterna (a no ser que tú decidas con tu actitud hacerla interminable) y que lo importante es enfocarse en la solución, no en el problema.

La Rueda de la Fortuna
Tarot de Marsella
Por el contrario, si tu péndulo está ahora en el periodo de “vacas gordas”, ¡por favor, no te vuelvas loco! Tampoco este periodo será eterno, no siempre vas a tener ese estupendo sueldo o ese increíble trabajo o tu vida familiar va a ser totalmente armoniosa. Sí, debes disfrutar ese buen momento, por supuesto, pero “guarda para cuando no haya”. Es decir, durante ese tiempo de bonanza procura tomar la mayor ventaja posible. Si, por ejemplo, estás en un momento económicamente muy bueno, procura ahorrar para poder afrontar las “vacas flacas”.

Seamos capaces de ver que nuestra felicidad nunca va a depender de cosas externas (dinero, trabajo, vida social). La felicidad sólo depende de nosotros mismos, de lo centrados que estemos con nuestro plan de alma, de que estemos siendo fieles a nuestro camino y de que seamos conscientes de nuestra relación con Dios, nuestro Padre, y el resto se nos dará por añadidura. Al fin y al cabo, la vida es un gran juego donde sólo podemos ganar, porque aquí hemos venido a aprender.

Para finalizar, me gustaría recordar un poema de Santa Teresa de Jesús que dice:

Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
¡Sólo Dios basta!”

martes, 6 de junio de 2017

Los Nuevos Holocaustos

Todos sabemos lo que fue el Holocausto, todos tenemos en la retina esas crueles y tremendas imágenes de los judíos y opositores al régimen nacionalsocialista en los campos de concentración y exterminio nazi, cuyo lema “arbeit macht frei” (el trabajo os hace libres) es una amarga y cruel ironía de lo que allí pasaba, mientras que occidente y el resto del mundo miraba para otro lado porque no iba directamente con ellos, hasta que sí fue con ellos y se decidieron a actuar, aunque ya para miles de personas fuera tarde.
El niño del pijama a rayas. Mark Herman

Hoy en día nos preguntamos cómo pudo pasar toda esa barbarie, cómo fue posible que alguien como Hitler y su Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán pudiera llegar al poder y ser aclamado por su puebo. ¿Eran fanáticos, eran ignorantes, no se enteraban de lo que estaba pasando? Nos extrañamos de aquella situación. Pero esa situación está pasando ahora mismo y lo observamos con normalidad, con indiferencia.

Ahora mismo hay campos de concentración para homosexuales, o simplemente se les asesina por su tendencia sexual. Ahora mismo 1 de cada 3 mujeres a nivel mundial han sufrido violencia física o sexual. Ahora mismo en España las estadísticas arrojan un saldo de más de 60 mujeres asesinadas al año por el hecho de ser mujeres. Ahora mismo estudios internacionales revelan que la cuarta parte de todos los adultos manifiestan haber sufrido maltrato físico en la infancia (1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres). Ahora mismo se estima a nivel mundial en unos 168 millones los niños que son explotados laboralmente. Ahora mismo 795 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable, de los cuales 66 millones son niños en edad escolar (solamente en África hay 23 millones). Estos son algunos de los “holocaustos” que están sucediendo en el mundo en este momento.

Fundación Vicente Ferrer
Tal vez os preguntéis por qué en este blog que está dedicado a la espiritualidad hablo de estos temas. Simplemente porque ser espiritual no es vivir fuera de este mundo, porque estamos aquí para aprender, evolucionar y hacer de este mundo un mundo mejor, para traer el Cielo a la Tierra, pero para eso hay que ser conscientes de los problemas, mirarlos de frente y enfocarnos en la solución. No vale pensar que la solución sólo la tienen unos pocos (los poderosos), no, la solución la tenemos todos, todos juntos, cada uno en función de nuestras posibilidades, que son más de las que pensamos. Hemos hablado muchas veces de que tenemos que reconocernos como lo que somos Hijos de Dios, pues bien eso nos convierte en hermanos, todos de todos. El hecho de vivir en distintos países no quiere decir que el problema que sufre un niño en África, por ejemplo, no sea también nuestro problema, ¡claro que lo es! Somos la raza humana, somos TODOS hijos de Dios y TODOS juntos deberemos regresar a Casa, a nuestra casa común.

Para terminar esta reflexión me gustaría que leyésemos una vez más el famoso poema atribuido a Bertolt Brecht, pero cuyo verdadero autor es Martin Niemoller.

Primero vinieron a buscar a los comunistas
y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos
y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas
y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos
y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí
pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.


sábado, 3 de junio de 2017

Bendito Karma

Popularmente se relaciona la palabra karma con castigo. Nada más lejos de la realidad. El karma nunca ha sido un castigo y menos un castigo divino. Dios no castiga, Dios nos ama, es amor y, por lo tanto, nos puede enseñar amorosamente si nosotros le dejamos entrar en nuestra vida. Podríamos decir que el karma tiene que ver con tareas que tenemos pendientes de vidas pasadas o de la existencia actual, y su función es enseñarnos a finalizar esa tarea o tareas que todavía no hemos sido capaces de terminar; por lo que también se puede decir que el karma es amor.
Irlanda - BP

Tras nuestra muerte física, cuando estamos en ese periodo “entre vidas” somos nosotros mismos los que analizamos lo que hemos vivido, cuales han sido nuestras experiencias en el reino de la materia y si hemos cumplido el Plan de Alma que traíamos al venir a este mundo. Si vemos que no lo hemos cumplido por completo o que nos hemos desviado totalmente, entonces diseñamos un nuevo Plan de Alma para nuestra próxima existencia en el que, además de otros temas, tendremos que “repetir” las tareas inconclusas de anteriores vidas: eso es el karma.

¿Por qué no hemos realizado nuestro Plan de Alma en una vida concreta y hemos generado karma? Puede ser por muchos motivos, pero el meollo de la cuestión es que cuando nuestras actitudes en los diferentes planos de la existencia van comprometiendo nuestra evolución y eso se mantiene en el tiempo, es cuando generamos karma. Entonces, desde el más absoluto amor, decidimos volver al mundo de la materia para continuar con nuestro aprendizaje, con nuestro auto-reconocimiento, y, evidentemente, entre las tareas que traemos, están las “asignaturas pendientes” de otras vidas.
Irlanda, puesta de sol - BP

También es cierto que el karma no es exclusivo de otras vidas. Podemos, y de hecho así sucede, generar karma en la vida actual y debemos solucionarlo. Hay que tener claro que aquí venimos para realizarnos y eso significa que venimos a hacer lo que nos gusta, lo que amamos, pero a menudo las ilusiones y los trucos del ego y la materia nos atrapan (o nos dejamos atrapar) y perdemos de vista el camino. Entonces nos sucede “algo”, que normalmente nos provoca sufrimiento, para que seamos capaces de rectificar y volver al sendero correcto para nosotros, el que nos habíamos diseñado en nuestro Plan de Alma: ese “algo” es karma. Ya vemos que el karma no es el castigo que pensábamos, sino una enseñanza amorosa para poder manifestar la mejor versión de nosotros mismos.

Seamos alumnos aventajados y no dejemos para una segunda o tercera convocatoria las “asignaturas pendientes”, porque cuanto más tiempo pase, más complicado y duro será aprobarlas.


jueves, 1 de junio de 2017

Lo único constante es el constante cambio

Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra
El Kybalión

En este tercer principio de las 7 Leyes Cósmicas, Principio de vibración, podemos ver dos vertientes: todo se mueve (cambia) y todo vibra, a distintos niveles, en el Universo.

El primer punto de vista (todo se mueve/cambia) nos hace darnos cuenta de lo equivocados que estamos, por lo general, al plantearnos nuestra vida. Los seres humanos solemos apegarnos prácticamente a todo, queremos un amor para toda la vida, una casa que nos cobije hasta el final de nuestros días, un trabajo que nos dure hasta que nos jubilemos,etc., pero la verdad es que nada es para siempre. El amor puede que nos dure toda la vida, sin embargo, no podemos pretender que sea igual que el primer día, porque nosotros cambiamos, evolucionamos con las experiencias que vivimos en nuestra existencia. La casa, el trabajo, los amigos, igual, al evolucionar lo que hoy es perfecto, mañana no tanto.

Además, si pretendemos que nada cambie, que todo siga igual, estamos yendo contra las Leyes Universales y ¿qué sucede entonces?, pues que el Universo (llámalo Dios, Ser Superior, Creador..., como mejor lo sientas) nos hace cumplir las leyes y, sí o sí, pasamos por las experiencias necesarias para nuestra evolución. Por lo tanto, acabemos con los apegos y los miedos, no vayamos contra corriente, sino que fluyamos integrados en el río de la vida, de la existencia, del ser.

La segunda vertiente (todo vibra) nos habla de que todo lo que existe es la manifestación de una energía, de una fuerza espiritual, pero con distinta vibración. En la dicotomía Espíritu/Materia podemos decir que ambos elementos son lo mismo pero con distinto nivel vibracional. El Espíritu tiene una vibración infinitamente más elevada que la Materia, cuya vibración es muy densa y si nosotros nos movemos en ese nivel denso va a ser muy difícil que nos podamos realizar, porque lo que realmente vale la pena no es material ni se puede comprar con dinero.
El árbol de la vida. Terrence Malick

También se puede aprender a subir el nivel de vibración, sólo necesitamos humildad y pedir de corazón desde esa humildad, sabiendo que solos no podemos nada. Por ejemplo, tenemos una vibración densa cuando la tristeza se instala en nuestra vida, cuando no tenemos fe en Dios y en el proceso de la vida, cuando no queremos entender que nuestra existencia en la materia es nuestra escuela para evolucionar, cuando no nos reconocemos como lo que realmente somos, Hijos de Dios. Por el contrario, nuestra vibración es alta cuando somos conscientes de nuestro Plan de Alma y lo manifestamos, cuando tenemos fe y certeza interna, cuando entendemos que nuestras experiencias (buenas o malas) en este plano existencial son para nuestro perfeccionamiento, en fin, cuando compartimos nuestros dones con los demás y nos liberamos de nuestros miedos.

Comencemos a vibrar conscientemente.


lunes, 29 de mayo de 2017

Microcosmos y Macrocosmos

Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”
El Kybalión

Con esta frase se define el Principio de Correspondencia, uno de los más conocidos de las 7 Leyes Cósmicas, que nos explica que hay una correspondencia entre el macrocosmos y el microcosmos, entre lo divino y lo humano.
La sibila délphica, Capilla Sixtina, Michelangelo.

Hay muchos planos de la existencia, de la realidad que no nos es posible conocer por nuestras limitaciones, pero si aplicamos este principio logramos descorrer el Velo de Isis, para así poder vislumbrar y empezar a comprender una sustantividad que de otra manera nos sería incomprensible por la magnitud en la que se desarrolla.

Por medio de este principio podemos entender lo que ocurre en el Universo con solamente conocer lo que sucede en una de sus partes. O lo que es lo mismo, entender una parte para comprender el Todo. Un buen ejemplo de esta Ley Cósmica lo tenemos en la naturaleza y son los llamados fractales.

Este principio también podría definirse con la siguiente máxima: “Como adentro es afuera; como afuera es adentro”, cuando nos referimos al ser humano. Ya que cuando vemos el comportamiento de una persona en el mundo material, podemos vislumbrar cómo es y cómo está su mundo espiritual y mental. Por ejemplo, una persona que en su vida cotidiana es extremadamente ordenada y estructurada, podríamos decir que mentalmente es bastante rígida en sus ideas y acepta de mala gana los cambios y las ideas que no concuerden con las suyas, en el plano espiritual se la podría denominar como un poco dogmática. Por el contrario, cuando tenemos a una persona un tanto desordenada en su vida externa, podemos concluir que en su vida y su mundo mental y espiritual reina cierto caos.

Quiero acabar esta reflexión con la frase que aparece en el Oráculo de Delfos y que se ha ganado el más alto prestigio filosófico, ya que encierra un profundo significado que trasciende el tiempo: “Conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los dioses”.

viernes, 26 de mayo de 2017

Una prisión sin barrotes

La libertad nunca es dada voluntariamente por el opresor; debe ser demandada por el oprimido” Martin Luther King

Pero, ¿qué es la libertad?:

  1. Facultad o derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.
  2. Estado o condición de la persona que es libre, que no está en la cárcel ni sometida a la voluntad de otro, ni está constreñida por una obligación, deber, disciplina, etc.

Creo que son bastante correctas ambas definiciones, aunque el problema radica en que para que una persona pueda ejercer su libertad ha de estar facultada para ello. Es decir, tenemos tantos condicionamientos, externos e internos, en la vida que es difícil elegir de una manera responsable y libre.

Soy libre cuando soy responsable, soy responsable cuando tomo conciencia, tomo conciencia cuando me reconozco y me acepto en toda mi integridad (con mi luz y mi sombra). Por lo tanto, SOLO cuando reconozco mis dones y capacidades como únicas y especiales dentro de la Unidad y me acepto a mí mismo a la vez que acepto a los demás como lo que somos, seres únicos y especiales, es cuando soy libre y puedo ejercer mi libertad.

Ahora bien, no es tan fácil ser responsable, tomar conciencia, reconocernos y aceptarnos, porque vivimos en la dualidad y eso nos hace tener una imagen un tanto distorsionada de nosotros mismos y de la realidad que nos circunda. Estamos prisioneros de nuestros miedos y nuestras carencias. Las carencias no son más que pura y dura supervivencia, porque al estar separados de la Fuente y de nuestro Ser verdadero no confiamos en el proceso de la vida, no tenemos Fe, que es la certeza interna, no podemos conectarnos con nuestra sabiduría interna que, en definitiva, es la que nos tiene que guiar para transitar nuestro camino en la vida. Todo eso nos lleva a tener miedo porque no sabemos “si
Hermano sol, hermana luna. Franco Zeffirelli
mañana tendremos para comer, si tendremos un techo donde cobijarnos, si estaremos enfermos, si...” y ¿cómo lo solucionamos? Cerrando nuestro corazón y dejando campar a sus anchas al Ego retrógrado que se instala en la lógica aplastante, en la avaricia, en el egoísmo (“mi tesoro”) y poco a poco nos va esclavizando, nos va sometiendo y nos encierra en una prisión sin barrotes, pero de la que es tremendamente complicado salir porque no somos conscientes de que estamos apresados en ella.


En esa situación jamás podremos ejercer nuestra libertad ni ser libres. Hay que tener el valor suficiente para enfrentarnos a nosotros mismos, asumir nuestra sombra, nuestros errores, porque de ellos aprendemos para poder evolucionar y perfeccionarnos. Cuando Yo me Reconozco, cuando Yo me Acepto es cuando Yo estoy en Armonía y soy Libre. Ahí sí puedo responsabilizarme y tomar mis propias decisiones desde y para la Libertad.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Mirar sus ojos.

Cuento tradicional. Anthony de Mello.

El comandante en jefe de las fuerzas de ocupación le dijo al alcalde de la aldea:
Tenemos la absoluta seguridad de que ocultáis a un traidor e la aldea. De modo que, si no nos lo entregáis, vamos a haceros la vida imposible, a ti y a toda tu gente, por todos los medios a nuestro alcance”.
L iluminada, siglo XII

La aldea ocultaba a un hombre que parecía ser bueno e inocente y a quien todos querían. Pero ¿qué podía hacer el alcalde?, ahora se veía amenazado el bienestar de toda la aldea. Días enteros de discusiones en el Consejo de la aldea no llevaron a ninguna solución. De modo que, en última instancia, el alcalde planteó el asunto al cura del pueblo. El cura y el alcalde se pasaron toda la noche buscando en las Escrituras y, al fin, apareció la solución. Había un texto en las Escrituras que decía: “Es mejor que muera uno solo por el pueblo y no que perezca toda la nación”.

De modo que el alcalde decidió entregar al inocente a las fuerzas de ocupación, si bien antes le pidió que le perdonara. El hombre le dijo que no había nada que perdonar, que él no deseaba poner a la aldea en peligro.

Fue cruelmente torturado hasta el punto de que sus gritos pudieron ser oídos por todos los habitantes de la aldea. Por fin fue ejecutado.

Veinte años después pasó un profeta por la aldea, fue directamente al alcalde y le dijo: “¿Qué hiciste? Aquel hombre estaba destinado por Dios a ser el salvador de este país. Y tú le entregaste para ser torturado y muerto”.

¿Y qué podía hacer yo?”, contestó el alcalde. “El cura y yo estuvimos mirando las Escrituras y actuamos en consecuencia”.

Ése fue vuestro error”, dijo el profeta. “Mirasteis las Escrituras, pero deberíais haber mirado sus ojos”.


¡Cuántas veces nos quedamos en la letra y nos olvidamos del espíritu! El que tenga oídos para oír, que oiga. Sin comentarios.